Marcos cambia de una forma extraordinaria, no solo en lo físico, sus gestos, su habla. Entiende cuando nos vamos a la guardería y sabe que cuando su abuelo va a recogerle le lleva algo para comer, le recibe al grito de ¡¡¡ pan, pan ¡¡¡.
Dentro de poco casi comerá como una persona mayor, hasta hace poco no era capaz de comerse una tortilla para cenar, hoy se la toma entera mas un biberón de 200 con cereales, aun así hay que darle una galleta para conformarle. Igual con el pescado y hasta le he dado salchichas, esta hecho un tragón.
La deferencia por su abuelo Adilio es increíble, yo me marcho del salón a la cocina y no me hecha de menos, pero que no se vaya su abuelo porque o bien se hecha a llorar, o empieza a gatear a velocidad meteórica detrás de sus pasos. Es posible que sea la persona que mas tiempo pase con el.
De la guardería lo que nos trasmiten sus cuidadoras es todo alabanzas , están muy contentos con el , siempre ha sido un niño muy simpático y dentro de lo que cabe no les ha dado muchos problemas , solo la merienda , que es con diferencia la peor de las comidas del día , seguro que por la fruta.
